1. Estrés bueno: si el deportista percibe que el estrés está bajo su control y que el esfuerzo vale la pena le ayudará a afrontarlo y mejorar su rendimiento.
2. Estrés malo: si el deportista percibe que esa presión no la tiene controlada, verá afectado su rendimiento final. Este tipo de estrés podría afectar a todas las facetas de la vida y se deberían desarrollar técnicas para que los deportistas lo pudieran absorber mejor.

El estrés es un factor que siempre estará presente, en mayor o menor medida, en todo deportista. Por consiguiente, es casi imposible erradicarla por completo. La clave se encuentra en la forma en la que lo enfrenta el deportista. Algunos de los métodos que sirven para combatir o reducir el estrés son los siguientes:

1. Técnicas de relajación mental: trata de relajar cuerpo y mente para concentrarse en pensamientos tranquilos.
2. Masaje: masajes de forma continuada pueden combatir el estrés de manera efectiva.
3. Redirección del pensamiento: trata de desviar la atención del problema y pensar en otra cosa, como puede ser leer un libro, ver una película o escuchar música.
4. Evitar pensar demasiado en el evento: puede ser que para algunos deportistas deberían evitar hablar con otros competidores.